El radicalismo cordobés, con serias chances de no tener representantes en el Congreso a partir del 10 de diciembre

Las estrategias suelen valorarse por los resultados, y a juzgar por el escenario posible que espera al radicalismo cordobés a nivel nacional a partir del 10 de diciembre, lo actuado por la conducción partidaria provincial estuvo lejos de ser exitosa.

Es que el radicalismo cordobés fue gran protagonista de la vida política en Córdoba. Los gobiernos de Eduardo César Angeloz o Ramón Mestre hacían pensar que se trataba de una «provincia radical». El quiebre de 1999, cuando José Manuel De la Sota arrebató el gobierno provincial a manos del peronismo fue determinante. La UCR no pudo volver más al gobierno provincial y debió contentarse con ser oposición en Córdoba y tener peso en el Congreso de la Nación. Hoy, está a punto de perder esta última característica. Ya en el Senado hace años que perdió la posibilidad de tener representantes. Pero en Diputados tiene actualmente todavía tres representantes: Rodrigo de Loredo; Soledad Carrizo y Gabriela Brouwer de Koning. Sin embargo, ninguno de esos tres podrá intentar renovar la banca en octubre luego de que las diferencias partidaria dejaran al sector de De Loredo fuera de competencia, tras un fallo judicial que obligaba a realizar una elección interna que el espacio de De Loredo rechazaba. Cabe aclarar que el sector del actual diputado nacional era ampliamente mayoritario, pero declinó la competencia contra la lista encabezada por Ramón Mestre, el exintendente y exsenador.

De este modo, quedó consagrada por el radicalismo una lista que expresa una porción menor de un partido que, a su vez, perdió mucha relevancia en Córdoba. Por lo tanto, las encuestas comienzan a mostrar un escenario difícil para la UCR en este turno electoral de medio término. Todo parece indicar que será una expresión acotada, que puede competir con fuerzas como el Frente de Izquierda y que por lo tanto tenga escasas posibilidades de obtener alguna de las 9 bancas en disputa que tendrá la provincia.

Por eso, de los tres lugares en la Cámara de Diputados que pone en juego la UCR cordobesa, difícilmente pueda retener alguno y, por lo tanto, las chances de que finalmente no haya ningún radical cordobés en el Congreso parecen cada vez más certeras.

Cabe destacar que el caso del diputado nacional Luis Picat, surgido de las filas del radicalismo en Jesús María, llegó al Congreso de la mano de Patricia Bullrich y luego de ser un «radical con peluca», finalmente pasó a tener un bloque que juega en tándem con La Libertad Avanza y admite públicamente que con la UCR ya no tiene nada que ver. De hecho, ya figura en Diputados como integrante de La Liga del Interior (ELI).