El interior toma distancia: los gobernadores le ponen límites a Milei tras la derrota

La contundente victoria de Fuerza Patria en la provincia de Buenos Aires no solo dejó a Javier Milei sin margen político en el distrito más poblado del país. También provocó una reacción inmediata en los gobernadores que integran el frente Provincias Unidas, entre ellos Martín Llaryora y el exgobernador Juan Schiaretti, quienes leyeron el resultado como un llamado de atención al gobierno nacional y una oportunidad para reposicionarse como alternativa.
Desde Córdoba, Llaryora fue uno de los primeros en pronunciarse. “Las familias no llegan a fin de mes, y con discursos de confrontación y división no se resuelven los problemas”, escribió en redes, marcando distancia del estilo presidencial y reforzando su perfil de gestor moderado. El mensaje fue replicado por otros mandatarios del bloque, como Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut), Gustavo Valdés (Corrientes), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz), quienes coincidieron en que “sin gestión, no hay futuro”.
Schiaretti también se sumó al coro crítico. “El verdadero éxito se mide en sueldos que alcancen, en salarios dignos que den tranquilidad en cada hogar. Hay un camino para no volver a frustrarnos”, publicó en X, en un mensaje que resonó como advertencia y como plataforma discursiva para el espacio que ayudó a construir.
La derrota de Milei en Buenos Aires —más de 13 puntos de diferencia frente a Fuerza Patria— fue interpretada por Provincias Unidas como una señal clara del agotamiento del modelo de confrontación y ajuste. En una cumbre virtual realizada el lunes posterior a los comicios, los gobernadores analizaron el impacto del resultado y coincidieron en la necesidad de construir una agenda de desarrollo federal, basada en producción, trabajo y transparencia.
El bloque, que busca consolidarse como tercera vía frente al kirchnerismo y al mileísmo, también evaluó su propia performance en territorio bonaerense.
El mensaje fue unívoco: el interior productivo exige ser escuchado. “La gente no quiere más gritos, quiere hechos”, resumió Pullaro, en una frase que sintetiza el tono del bloque. La reacción de los gobernadores no fue solo discursiva, sino estratégica: buscan capitalizar el desgaste del Gobierno nacional y posicionarse como opción de cara a 2027, sin volver al pasado pero marcando límites al presente.