Baja de retenciones: «No se le está dando un beneficio al campo, sino que le sacan un poco menos que antes»

Luego de la baja de retenciones anunciada por el presidente Javier Milei en el acto central de Palermo, el economista David Miazzo destacó que la medida no tendrá un impacto relevante en las cuentas fiscales y que al mismo tiempo tampoco servirá para revertir de manera significativa la ecuación económica de los productores, en particular de aquellos más alejados de los puertos. Al mismo tiempo, Miazzo remarcó que, frente al debate posterior abierto sobre la necesidad de atender otras demandas como las de los jubilados, «en defensa del campo lo que se puede destacar es que no se le da ningún beneficio con esto, sino que se le saca un poco menos de recursos que antes».

Miazzo puntualizó que «en el caso de las carnes la baja de los derechos de exportación las deja casi a la mitad del porcentaje que tenían hace un año; eso es algo positivo. También es bueno destacar acá que el aporte al fisco es más marginal en el caso de las carnes; por ejemplo si tomamos la vacuna, previa a esta reducción de alícuotas, aportaba unos 200 millones de dólares. En el caso de la agricultura sí es más significativo, especialmente para la soja que son 7 puntos de recorte, pero tampoco representa un cambio respecto a lo que tuvimos hasta el 30 de junio».

Del otro lado de la decisión, el economista indicó que «para los productores, los números venían muy finos en soja, con una ecuación en rojo en buena parte de la superficie. Entonces, la baja de retenciones significa una mejora aunque todavía, en muchas zonas, el resultado económico sigue siendo negativo. De todos modos es un paso en el sentido correcto».

En relación al impacto fiscal, el representante de la consultora Data Miazzo, explicó que «para el Estado, la baja en soja puede representar unos 1.600 millones de dólares anuales, de los cuales 1.000 ya fueron aportados en el primer semestre del año por la baja temporal. Lo que quedaría para el segundo semestre sería entonces unos 600 millones de dólares de impacto fiscal por la oleaginosa».

Y agregó: «Hasta mayo el Gobierno había logrado un superávit financiero superior a los 2 mil millones de dólares; y el año pasado había sido de 2.400 en el primer semestre. Recordemos además que ya no está el Impuesto País que fue eliminado este año. Por lo tanto, a la baja se la puede permitir. Pensemos que en lo que queda del año, esos 600 millones de dólares que resignaría en soja sería aproximadamente el 0,1% del PBI y en el primer semestre el superávit fue del 0,4%. Entonces, se lo puede permitir y más teniendo en cuenta que la actividad estaba en rojo».

Respecto a las discusiones posteriores a la baja de retenciones, sobre las prioridades del Gobierno, Miazzo indicó que «son decisiones, son prioridades. En defensa del sector agropecuario, no se le está dando un beneficio sino que se le saca un poco menos que antes, que además es la forma de generar más producción y exportaciones en el mediano y largo plazo que es lo que va a sacar a Argentina del pozo. De todos modos son discusiones reales, con una frazada extracorta, con sectores que tienen necesidades o también muchos impuestos distorsivos. Es una discusión siempre difícil», admitió el economista.