Liliana Montero: «El Gobierno nacional hizo de la humillación una política de Estado»

La ministra de Desarrollo Humano de Córdoba, Liliana Montero, cruzó con dureza al Gobierno de Javier Milei por el veto a la ley de emergencia en discapacidad. Para la funcionaria de Martín Llaryora, «el Gobierno nacional hizo de la humillación una política de Estado». Y agregó: «La posición de Córdoba respecto a la emergencia en discapacidad es clara, pero no sólo frente al veto sino que se trata de una posición de fondo y tiene que ver con la mirada que tenemos sobre la discapacidad desde el mismo momento en que el gobernador Martín Llaryora crea un Ministerio de Desarrollo Humano que concentra políticas estructurales como las de infancia, discapacidad, derechos humanos, diversidades, personas mayores. Es decir, entendiendo que las políticas públicas en esos sectores son importantes para el modelo de gobierno en la provincia de Córdoba».
En ese sentido, la ministra cordobesa remarcó «un dato que pocos saben: antes de asumir el mandato, Martín Llaryora le pidió al entonces gobernador Juan Schiaretti, en noviembre de 2023, que se incluya en el presupuesto del año siguiente un fondo especial para las políticas de discapacidad. Gracias a eso tuvimos el año pasado esos recursos para acompañar a 160 instituciones de toda la provincia en materia de discapacidad. Lo que quiero remarcar es que esto no se trata de una posición coyuntural, de este momento, el rechazo al veto presidencial a la ley de emergencia en discapacidad. Y allí también hay una diferencia importante en la relación entre el Estado y las instituciones de la sociedad civil porque nosotros entendemos que esas instituciones ayudan a gobernar bien. En este caso, si tenemos esas 160 instituciones que trabajan con personas con discapacidad, lo que se debe hacer es fortalecerlas. Eso es lo que hacen en los países serios y lo que hacemos nosotros en la provincia de Córdoba».
Por último, Montero disparó: «Yo ya pasé de hablar de crueldad a hablar de humillación. El Gobierno nacional hizo de la humillación una política de Estado. A mi la verdad que me preocupa cuando veo al Presidente firmando con satisfacción el veto de leyes que hacen a la dignidad humana. Porque podemos discutir si afectan o no al déficit fiscal, si están bien o mal el aumento a los jubilados, la moratoria o la emergencia en discapacidad. Lo que a mí me impacta, me angustia, es ver a un Presidente que lo hace con la satisfacción de humillar al otro».