Provincias Unidas hace números y espera conseguir entre 9 y 10 puntos a nivel nacional

En el último tramo de campaña, Provincias Unidas no sólo afina su estrategia en los distritos donde tiene más posibilidades de hacer una buena elección sino que, además, empieza a hacer proyecciones sobre la cantidad de puntos que podría obtener a nivel nacional. Los números de las encuestas de esa unión de gobernadores anticipan que podría obtener entre 9 y 10 puntos y ubicarse así claramente como la tercera fuerza a nivel nacional, detrás de La Libertad Avanza y de Fuerza Patria.
¿Cómo llegan a ese porcentaje? El punto más débil de Provincias Unidas está en Buenos Aires. Ni la provincia que gobierna Axel Kicillof, donde Fuerza Patria se impuso en las legislativas provinciales por casi 14 puntos, ni la Ciudad de Buenos Aires se presentan como distritos donde los gobernadores vayan a obtener buenos resultados el 26 de octubre.
Sin embargo, el comando de campaña señala que los 33/35 puntos que obtendría Juan Schiaretti en la provincia de Córdoba representan tres puntos a nivel nacional. Además, habría que sumar un porcentaje similar o algo inferior en Santa Fe, donde gobierna Maximiliano Pullaro, uno de los distritos más importantes del país. Después están los votos que sumarán los demás gobernadores -Nacho Torres en Chubut; Gustavo Valdés, en Corrientes; Carlos Sadir, en Jujuy; y Claudio Vidal, en Santa Cruz-, algunos de los cuales esperan ganar en sus distritos o hacer elecciones muy competitivas.
Una vez terminada la elección, en Provincias Unidas consideran que formarán un bloque de entre 25 y 30 diputados y entre 14 y 15 senadores, lo que le otorgaría un peso no menor en un Congreso en el que se discutirán, según anticipó el propio Javier Milei, reformas de fondo. La especulación de los gobernadores es que el Presidente tendrá un número de legisladores que le alcanzará para blindar sus vetos pero no para conseguir que se aprueben sus principales proyectos. En ese contexto, esperan ser los interlocutores y, principalmente, imponer cambios que impliquen reactivar la actividad económica en el interior.





