Retenciones cero para los granos: idas y vueltas de un Gobierno con urgencias

El Gobierno comenzó otra semana clave en su derrotero de cara a las elecciones legislativas de medio término del 26 de octubre con una medida fuerte: retenciones cero para los granos hasta el 31 de octubre o hasta alcanzar declaraciones juradas por 7 mil millones de dólares, lo que ocurra antes. La intención, claramente, es asegurarse un flujo de dólares fuerte en el proceso electoral para despejar el mar de dudas que se desató en las últimas semanas en el mercado financiero, cuando empezaron a cuestionarse las posibilidades de cumplir con los compromisos de deuda hacia adelante.
El termómetro fue la cotización del dólar, que en un mes pasó de $1.280 a $1.515 y con sensación de seguir escalando. Eso no resulta menor ya que podría echar por tierra la política antiinflacionaria del Gobierno, el principal logro económico que tiene la gestión de Javier Milei para mostrar. Más allá de que el equipo económico haga gala de que el pass through a precios no se dio en las últimas semanas, eso tiene un límite y nadie sabe qué tan cerca está el impacto en las góndolas. Muchos empresarios, especialmente de la rama alimenticia, advirtieron que hasta $1.500 se podían sostener los precios.
Mientras los rumores de un préstamo del Tesoro norteamericano -una medida muy poco usual- siguen corriendo, el Presidente decidió postergar por un día el viaje a Nueva York a la cumbre de la ONU en el marco de la cual iba a encontrarse con Kristalina Georgieva, titular del FMI, y Donald Trump, presidente de los Estados Unidos. Esa segunda reunión iba a ser clave para destrabar el préstamo, del que todavía no se conocen las condiciones, pero que sumaría para despejar las dudas del pago de compromisos más urgentes. En definitiva, se pagaría una deuda con otra. Resta conocer, si es que hay luz verde del Tesoro norteamericano, de cuánto dinero será. Eso, naturalmente dará la dimensión del impacto en los mercados.
De todos modos, el Gobierno avanzó este lunes bien temprano, antes de la apertura de los mercados, con el anuncio de retenciones cero para todos los granos hasta el 31 de octubre. ¿Eso habla de que el Tesoro está próximo a prestarle dinero al Gobierno o todo lo contrario? Fue la primera pregunta que surgió una vez que el vocero Manuel Adorni lanzara en X el anticipo de alivio al campo.

Las primeras estimaciones hablan de que restarían unos 10 mil millones de dólares de liquidación para este año, lo que en buena medida se podría concentrar hasta el 31 de octubre para liberarse del pago de impuestos. Eso, a su vez, sería menos recaudación para el Estado y un daño en la otra cuenta que enarbola: el equilibrio fiscal. Con esta medida, el equipo económico resignará el cobro de derechos de exportación sobre todo lo que se liquide en la ventana abierta hasta el 31 de octubre.

Vale destacar que el Gobierno continuó con esa política de períodos con beneficios tributarios a las exportaciones iniciados en la gestión de Alberto Fernández y Sergio Massa, cuando se los llamó dólar soja. Milei y Luis Caputo hicieron lo propio entre fines de enero y el 30 de junio para asegurarse un fuerte ingreso de divisas del agro, en un período que normalmente es de alta liquidación por estacionalidad. A partir del 1° de julio las alícuotas volvieron a los niveles previos y un par de semanas más tarde, el Presidente anunció el regreso de la baja, pero de forma definitiva. Fue a medidos de julio. Dos meses después, urgido por el contexto económico, anuncia que por 40 días habrá retenciones cero. En 8 meses y medio hubo 5 niveles de retenciones distintos para el campo; que si algo no celebra es la previsión.