Según Almaceneros, julio eludió el alza del dólar y cerró con 1,5% de inflación

Julio no alcanzó a mostrar cambios significativos en las góndolas por la suba que en el tramo final de ese mes tuvo el dólar, que escaló hasta la banda superior fijada por el Gobierno en abril y que corrige al 1% mensual. Por eso el techo hoy se ubica levemente por encima de los $1.450. Lo cierto es que el movimiento que tuvo el tipo de cambio, especialmente la semana pasada no alcanzó a llegar al menos por ahora a los productos básicos. Así lo reflejó el informe del Centro de Almaceneros de Córdoba que informó que la inflación de julio fue del 1,5%, en un contexto de consumo planchado.
La entidad destacó que la cifra se convirtió «en una de las más bajas incluso desde el periodo de pandemia en 2020, cuando la actividad económica se encontraba prácticamente detenida por las medidas sanitarias».
Y remarcó: «Este dato representa un logro en términos de estabilidad inflacionaria, reflejo de un contexto macroeconómico con precios relativamente contenidos, a pesar de la fluctuación del dólar».
Al tiempo que aclaró: «Este resultado no se traduce en una mejora del consumo ni del bienestar social».
De acuerdo a los datos aportados por el Centro de Almaceneros, la inflación acumulada en lo que va del año asciende al 17,1%, mientras que la interanual es del 37,2%, con una inflación proyectada para todo 2025 del 32%.
Sin embargo, también destaca que a pesar del ritmo moderado de los precios, la economía familiar sigue altamente tensionada.
Consumo de alimentos: fuerte retracción en comercios de cercanía
El informe remarca que «uno de los datos más preocupantes es el estancamiento del consumo. Las ventas en volumen de los comercios de proximidad dedicados a la venta de alimentos (medidos en conjunto: almacenes, carnicerías, pollerías, verdulerías y fiambrerías) cayeron un 19% durante los primeros siete meses de 2025, en comparación con el mismo período del año anterior».
Para el Centro de Almaceneros, ese descenso refleja la profundización de la crisis del consumo, aún en un escenario de desaceleración inflacionaria. «La pérdida del poder adquisitivo limita severamente el acceso a alimentos básicos, debilitando el tejido social y económico de los hogares, y con mayor impulso en los más vulnerables», remarcó.
Indicadores sociales: persistencia y agravamiento de la inseguridad alimentaria
Los datos relevados por el IETSE mediante 2.500 encuestas a hogares de la provincia de Córdoba, enciende las alarmas en relación con la seguridad alimentaria:
• El 57,8% de los hogares no accedió satisfactoriamente a la Canasta Básica Alimentaria (CBA), cuyo valor asciende a $794.384 para una familia tipo (4 integrantes)
• 72,5% de quienes si accedieron a la CBA lo hicieron gracias a asistencia estatal, como AUH y Tarjeta Alimentar.
• 10,5% de los hogares reportaron que algún integrante comió sólo una vez al día o directamente no comió en todo el día, durante algún momento del mes.
• 50,1% de los hogares debió suspender al menos una comida diaria.
• 30,7% de los hogares reconoció que algún miembro sintió hambre y no pudo satisfacerlo, por falta de recursos económicos.
• 19,6% de los hogares se quedó sin alimentos al menos un día del mes.
• Un 88,9% de los hogares financió la compra de alimentos: con tarjetas de crédito (43,5%), al fiado (37,2%) o dinero prestado (8,2%).
• 18,9% recurrió a acciones no deseadas para conseguir alimentos, tal como pedir dinero o comida.
«Estos indicadores reflejan una situación estructural de pobreza alimentaria, en la que la alimentación, derecho humano básico, se encuentra seriamente comprometida para una importante porción de la población», señala el informe.
Percepción y expectativas económicas: predominio del estancamiento y la incertidumbre
La percepción social acerca de la situación económica y del futuro inmediato muestra algunos signos de pesimismo o resignación:
• Solo un 14% de los hogares considera que su calidad de vida mejoró respecto a Julio de 2024.
• Un 32% afirma que empeoró.
• Mientras que la mayoría (54%) sostiene que no hubo cambios.
Respecto a las expectativas para fines de 2025
• Un 9% espera estar mejor.
• 13% cree que estará peor.
• Y una amplia mayoría (78%) estima que seguirá igual.
Esta percepción de estancamiento en la mejora de las condiciones de vida, incluso en un contexto de baja inflación, refleja un escenario de escepticismo social frente a la actual política económica.
Perspectivas sobre el gobierno de Javier Milei
Consultados sobre su visión del Gobierno nacional (en una o dos palabras,) la opinión más mencionada fue «estabilidad», haciendo referencia particularmente a la contención inflacionaria.
Sin embargo, junto a esta palabra, también emergieron con fuerza otras como: ajuste, libertad, jubilados, poder adquisitivo y Justicia, revelando una visión fragmentada que combina valoración de algunos logros macroeconómicos con fuertes críticas por el impacto social del modelo económico.
Conclusiones
A modo de conclusión, el Centro de Almaceneros destaca que «el Gobierno Nacional ha logrado una desaceleración significativa de la inflación, los datos relevados por IETSE para el mes de Julio 2025 ponen en evidencia que la estabilidad macroeconómica no ha derivado en mejoras para la vida cotidiana de la mayoría de las familias».
«El consumo estancado, el acceso deficiente a la alimentación, la precarización del poder adquisitivo y las débiles expectativas de mejora componen un cuadro de tensa calma económica, en el cual los indicadores sociales continúan deteriorándose, a pesar de la contención de los precios», finalizó la entidad.