Otro escándalo sacude a la cúpula policial: detuvieron al director de la Caminera

La Policía de Córdoba vuelve a quedar en el centro de la tormenta. Esta vez, el epicentro es la detención del comisario general Maximiliano Gabriel Ochoa Roldán, director de la Policía Caminera, acusado de liderar una red delictiva integrada por funcionarios policiales, abogados y civiles. También está implicado su hermano, Gastón Ochoa Roldán.
La investigación, encabezada por el fiscal Guillermo González, apunta a una organización que habría operado desde el corazón mismo de la fuerza, utilizando información confidencial de bases de datos oficiales para realizar maniobras ilegales: cobros extrajudiciales, defensas penales con honorarios pactados al margen de la ley y negociaciones con datos sensibles.
Entre los detenidos figuran el hermano del jefe, Gastón Ochoa Roldán, también policía; el comisario inspector Leonardo Torres, a cargo de la asesoría letrada de la fuerza; y otros efectivos y civiles. En total, se realizaron 11 allanamientos en Córdoba capital, Cosquín, La Calera y Unquillo, incluyendo oficinas dentro de la propia Jefatura.
Los delitos imputados son graves: coacción, extorsión, asociación ilícita en calidad de jefe, peculado, enriquecimiento ilícito y encubrimiento por omisión de denuncia. La causa, aún en etapa inicial, podría derivar en nuevas imputaciones.
El ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, convocó a una conferencia de prensa para brindar detalles sobre el caso y las medidas que adoptará el Gobierno provincial. La detención de Ochoa Roldán no solo representa un golpe a la estructura de la Caminera, sino que reaviva el debate sobre la crisis de legitimidad que atraviesa la Policía de Córdoba.