Un ruido inquietante con Barbechando

Para muchos que no pertenecen al sector agropecuario nacional tal vez el nombre de Barbechando no les resulta conocido. Sin embargo, en el círculo rojo del campo es una entidad protagonista y que tomó forma cuando los productores agropecuarios empezaron a advertir que era necesaria la participación en política para intentar cambiar algunas cosas que creían injustas para el sector.

En 2009 hubo un camino que llevó a muchos a ser parte de las listas de legisladores nacionales. Así empezaron a aparecer representantes del agro en las butacas de la Cámara de Diputados. Fue tras la gran tensión por la 125, de 2008. Aquella experiencia directa en política no resultó del todo satisfactoria, pero sí permitió consolidar y poner en el radar del Congreso las temáticas productivas del campo. Pero en paralelo se fue gestando otra estrategia indirecta: crear una entidad que se dedique a hacer lobby en el Congreso para que avancen los temas de interés agropecuario. Nació Barbechando.

Si bien durante el kirchnerismo tuvo notoriedad por lograr concentrar a diputados y senadores que pertenecían a distintos espacios políticos para que apoyen las iniciativas del campo, en los últimos meses algo parece haber cambiado. La última apuesta fuerte de Barbechando trascendió fronteras y tendió puentes con bloques interpartidarios de otros países, como Brasil, para intentar replicar. Es sabido que en el principal socio comercial de Argentina tanto los partidarios de Lula como de Bolsonaro tienen puntos de contacto para defender al agro. Eso le permitió a Brasil impulsar iniciativas legislativas para un extraordinario crecimiento que dejó muy lejos a la Argentina en relevancia a nivel mundial. La estrategia de imitación impulsada por Barbechando incluyó viajes a Brasil con legisladores argentinos, para conocer la experiencia y tratar de replicarla. Pero antes, empezaron a aparecer algunas grietas.

«Se tienen que definir, porque si quieren ser una entidad gremial que representa a productores, que lo planteen y lo expongan», disparó, visiblemente molesto, un encumbrado dirigente agropecuario que pertenece a una de las cuatro entidades de la mesa de enlace. El cambio de Gobierno generó desacoples en la dirigencia del campo en general. El malestar con Barbechando no es el único que existe en el planeta campo. Hay, en algunos sectores, incomodidad en cómo pararse ante la gestión de Javier Milei. Muchos aseguran que las bases del agro fueron votantes del actual presidente y que eso condiciona hoy las críticas. Otros aseguran que aquel respaldo al Gobierno al menos bajó intensidad y que es necesario decodificarlo. De allí que a Barbechando le endilguen cierto alineamiento libertario. No sería la única entidad.

Muchos tienen en el laboratorio de análisis lo que ocurrió en la Comisión de Agricultura y Ganadería de Diputados, que preside Atilio Benedetti, en la última reunión. Muchos legisladores habían anticipado el respaldo a una iniciativa que buscaba consolidar la baja de retenciones más allá del 30 de junio. Vale recordar que el Gobierno bajó los aranceles desde fines de enero hasta terminar este mes. Luego decidió extender esa rebaja a trigo y cebada hasta marzo de 2026. Sectores del agro pretende que la caducidad del 30 de junio caiga para todos los granos; es decir, que siga la rebaja. Eso fue lo que planteó un proyecto de ley que se presentó en la comisión y que llegaba con chances de tener dictamen para acelerar el tránsito al recinto. Pero de pronto algo pasó y hubo que llamar a un cuarto intermedio porque los votos a favor se caían como un castillo de naipes. La quita repentina de apoyo generó recelos y provocó que los impulsores pasaran bajo el escáner a muchos actores. ¿Cómo jugó la entidad creada para hacer lobby en favor de los intereses del agro? Fue una pregunta que sobrevoló una reciente reunió que no sólo contó con la participación de dirigentes agropecuarios, sino que sumó presencias de Diputados.

Los legisladores nacionales con silla en ese encuentro no tienen dudas de lo que pasó. Incluso algunos de ellos fueron parte de la comitiva a Brasil y juraron en esa mesa que ya no serán parte de las convocatorias que Barbechando realice hacia adelante. Esos mismos diputados creen, a diferencia de las entidades agropecuarias que sospechan de su interés gremial, que en realidad está tomando un color violeta.